13 de octubre de 2023
P: Escuché que la inflación está bajando, pero casi todos los precios siguen siendo altos. ¿Por qué siguen tan inflados los precios y cuándo podemos esperar que empiecen a bajar?
R: Tras alcanzar su máximo en 40 años, la inflación está bajando. Pero los precios que encontrarás, ya sea en persona o en línea, cuentan una historia diferente. Te contamos por qué.
La tasa de inflación estadounidense es el porcentaje en que aumenta el precio a lo largo de un año de una serie de 80,000 alimentos y servicios adquiridos en Estados Unidos. Dado que la tasa de inflación solo mide cuánto subieron los precios de estos artículos a lo largo de un año, la tasa puede estar disminuyendo incluso cuando algunos bienes registran precios elevados.
La tasa de inflación estadounidense en julio de 2023 fue del 3.18%, frente al 2.97% de mayo de 2023 y el 8.52% de julio de 2022. Así pues, aunque los precios sigan siendo altos, en general están mejorando.
En un esfuerzo por mantener a raya la inflación galopante, la Reserva Federal subió su tipo de interés muchas veces desde la pandemia. Esto obliga a los prestamistas a subir también sus tasas, lo que sube los costos para los consumidores a la hora de pedir grandes préstamos y utilizar líneas de crédito. La esperanza es que esto provoque un descenso del gasto de los consumidores, lo que empujará a las empresas a bajar sus precios o a resistirse a subirlos más.
Desgraciadamente, algunas partes de la economía (como el sector servicios) no se están viendo afectadas por la subida de las tasas de interés. La demanda de servicios sigue siendo fuerte y los consumidores están dispuestos a pagar el alto precio que siguen cobrando los proveedores de servicios.
Además, todavía hay varias materias primas que se venden a precios elevados debido al impacto persistente de la pandemia y a otros factores no relacionados. Por ejemplo, los automóviles usados son caros en estos momentos debido a la escasez masiva de microchips y piezas de recambio. Mientras tanto, los huevos aún no se han recuperado completamente del susto de la gripe aviar de la primavera pasada. Los precios de productos horneados y de combustible son actualmente altos debido a la guerra en Ucrania, y las primas de los seguros de automóvil y hogar aumentan por la escasez de mano de obra y suministros. Por eso, aunque la inflación mejore en general, el consumidor medio sigue sufriendo las consecuencias.
Los estadounidenses con problemas de liquidez que esperan que los comestibles vuelvan a ser asequibles podrían tener una larga espera por delante.
La buena noticia es que los precios están empezando a bajar y la inflación ya presenta signos de desaceleración. Aunque nadie puede prometer que los precios vuelvan a los niveles de 2019, sí parece que ya vimos lo peor de la inflación pospandémica y nos encaminamos hacia una recuperación.
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